Ruta de la fauna de Montiberri

Los ambientes por donde discurre la Ruta

La ruta que os proponemos os hará descubrir una gran riqueza faunística, aunque la observación directa de animales es difícil, ya que huyen de los humanos y muchas especies son nocturnas. Por eso, a lo largo del camino, iréis encontrando réplicas de huellas y excrementos, y paneles con las especies más características de cada ambiente representadas. Así podréis identificar los rastros auténticos que encontrareis mientras andáis y llegar a conocer un poco más los animales que os rodean.

El itinerario se inicia cerca de las ruinas del monasterio de Lavaix, al pie del riachuelo de Viu. Siempre en suave ascenso se entra en el valle de Montiberri a través de los riscos de Roca Savina, desde donde hay una buena perspectiva del pantano de Escales. En este ambiente rupícola conviven animales bien adaptados a las rocas. A continuación, el camino remonta el barranco de Montiberri por la solana, donde crece el carrascal. Es el hábitat ideal del gato montés y la jineta, de los que podréis ver algún rastro.

Más arriba, la pendiente se suaviza, y se cruza el riachuelo por un puente. Es un buen lugar para descubrir, sumergidos, los pequeños animalitos indicadores de aguas limpias.

A Montiberri se llega por un camino encajado entre márgenes de pared de piedra seca: es un ejemplo magnífico de arquitectura rural... y un hábitat que ofrece multitud de escondrijos para animales como el lirón careto o los lagartos. Montiberri es un pueblo rodeado de prados, en los que, con un poco de suerte, podréis descubrir toperas o excrementos de zorro.

Por una pista forestal muy llana, se llega a otro núcleo del valle: Casòs. Es un mirador excepcional del Pirineo ribagorzano y de Ia comarca entera, que os permitirá observar con facilidad el vuelo de las grandes rapaces, como el buitre, el quebrantahuesos o el águila real. De vuelta, cruzareis un pinar de pino albar, y si camináis en silencio podréis sorprender al tímido corzo o escuchar el trajinar de la ardilla.