Salencar de Llesp
- Salida: Cruce de acceso a Llesp, en la carretera L-500
- Llegada: Cruce de acceso a Llesp
- Distancia: 1,50 km
- Duración: 1h
- Desnivel: 0m
- Dificultad: Muy facil
- Tipo de ruta: Lineal
- Apta para BTT: Si
- Época recomendada: Todo el año
Adaptada, en algunos puntos, para personas con movilidad reducida y panel informativo en Braile
* Dificultad obtenida por el método SENDIF
Para llegar al Salencar de Llesp, lo podemos hacer a pie, desde los cercanos núcleos de Llesp, Pont de Suert, Castilló de Tor, Cóll, Pont de Saraís, Iran o Barruera, o con vehículo, llegando directamente al cruce del núcleo de Llesp.
En este caso proponemos iniciar la ruta desde el cruce con la carretera L-500, de acceso a Llesp, donde seguiremos la señalización direccional existente.
En este espacio, una zona húmeda que forma parte de la Red Natura 2000, y que ocupa unas 30 hectáreas, podemos encontrar comunidades vegetales y animales propias de las zonas húmedas de montaña. Se trata de un lugar de especial importancia por su rareza y por ser zona de paso para aves migratorias.
Por las características del terreno y por la colmatación de sedimentos, se ha producido una notable extensión de una sauceda (hábitat de interés comunitario) donde destacan diversas especies de sauces: sauce blanco (Salix alba), sarga (Salix eleagnos), mimbrera (Salix purpurea) y bardaguera (Salix atrocinerea catalaunica). Estas especies, que popularmente se denominan salenques, constituyen un bosque de ribera de poca altura, “el salencar”, que da nombre a este paraje.
Podremos gozar de este espacio desde diferentes miradores instalados, pasarelas elevadas y a través de senderos interiores que encontraremos en medio de un bosque de ribera bien estructurado, con amplias zonas de vegetación helofítica y extensiones de praderas sumergidas, que hacen de esta zona húmeda un enclave de elevado interés natural.
Los amantes de la observación de pájaros y de la fauna en general, encontrarán diferentes especies propias de los hábitats de ribera, como patos, gallineta común, o garza real. También son frecuentes las culebras de agua, diferentes tipos de anfibios, e incluso, alguna nutria. Estas especies conviven en un hábitat acuático muy bien conservado por su exuberante vegetación.
Destacar, que algunos de los espacios de uso público de este lugar están adaptados para personas con movilidad reducida y dificultades visuales (paneles informativos en Braile).
Sin duda, el Salencar de Llesp es un sitio que por su belleza y riqueza natural, no dejará indiferente al viajero entusiasta, sensible y atento.